Pólipos gástricos: análisis retrospectivo de 41.253 endoscopias digestivas altas | Gastroenterología y Hepatología


Introducción

Los pólipos gástricos suelen ser lesiones asintomáticas que suelen diagnosticarse durante una endoscopia del tracto gastrointestinal superior. Su prevalencia es variable, del 0,3 al 6% en diferentes estudios 1,2 y se han asociado a diversos factores, como la infección por H. pylori, el uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y la gastritis atrófica crónica3,4 <. / p>

La clasificación de los pólipos gástricos se basa en sus características histológicas. Los más prevalentes son los pólipos epiteliales, y los más comunes entre ellos son los pólipos hiperplásicos y de glándulas fúndicas, siendo los pólipos adenomatosos mucho menos comunes, que representan solo del 1 al 12% 1, 2, 5, 6 Sin embargo, esta distribución varía ampliamente en función de la población estudiada.

Los pólipos gástricos, como los de otras localizaciones, pueden volverse malignos. El riesgo de transformación maligna depende del tipo histológico: los pólipos hiperplásicos tienen un riesgo bajo de transformación maligna (2%), mientras que los adenomas tienen un riesgo mayor (hasta un 30%) 8-10. La importancia del examen histológico se deriva de El hecho de que el aspecto macroscópico y los resultados del estudio de anatomía patológica no siempre coinciden.11,12 Las biopsias también pueden no ser representativas de todo el pólipo13,14. Por lo tanto, la existencia de factores asociados con los diferentes tipos histológicos de pólipos gástricos puede ser útil a la hora de tomar decisiones clínicas.

El objetivo de nuestro trabajo fue estudiar la frecuencia de los diferentes tipos de pólipos gástricos en nuestra zona e identificar los factores asociados a los tipos histológicos más comunes.

Pacientes y métodos

Estudio retrospectivo en el que se revisaron todas las gastroscopias (programadas y urgentes) realizadas en un hospital de tercer nivel (Hospital Clínic de Barcelona) desde enero de 2002 a septiembre de 2012. Las gastroscopias se identificaron manualmente en base a los informes almacenados en el archivo de la unidad de endoscopia. No se excluyeron las gastroscopias de seguimiento realizadas al mismo paciente. Los informes endoscópicos se elaboraron con el sistema Endobase (Olympus, Alemania).

Todos los datos de los pacientes y las características de los pólipos se obtuvieron de la historia clínica electrónica y de los informes de endoscopia, respectivamente. Se recogieron datos demográficos (sexo, edad), antecedentes patológicos relevantes (cirrosis, pólipos de colon, cáncer colorrectal o síndrome de poliposis hereditaria) así como datos relacionados con la endoscopia (indicación incluida en el informe, número y tamaño de los pólipos, localización y tipo histológico y presencia de gastritis crónica o infección por H. pylori mediante la prueba de ureasa). No se pudo recolectar la toma de inhibidores de la bomba de protones (IBP). En los pacientes con pólipos gástricos que se sometieron a un seguimiento endoscópico, solo se consideraron los datos de la endoscopia inicial.

El tamaño del pólipo se calculó comparándolo con el tamaño de la pinza de biopsia abierta o por medir el pólipo después de la extirpación y recuperación para un estudio de patología anatómica. En el caso de pólipos múltiples, se consideró el más grande.

Análisis estadístico

En el análisis descriptivo, las variables continuas que siguieron una distribución normal se presentaron en forma de media ± desviación estándar y rango, mientras que que no siguieron una distribución normal se presentaron en forma de mediana y rango intercuartílico. Para las comparaciones se utilizó la prueba t de Student para las variables cuantitativas que siguieron una distribución normal, la prueba U de Mann-Whitney para las que no siguieron una distribución normal y la chi-cuadrado para las variables cualitativas. Se realizó un análisis univariado para identificar los posibles factores asociados a los diferentes tipos de pólipos. Posteriormente se realizó un análisis multivariado con las variables que alcanzaron significación estadística y las consideradas clínicamente relevantes. El nivel de significación estadística se estableció con una p menor a 0.05. Todos los cálculos se realizaron mediante la Programa SPSS para Windows, versión 19.0.

Resultados

Entre enero de 2002 y septiembre de 2012 se realizaron 41.253 gastroscopias, detectándose 827 (2%) con pólipos gástricos correspondientes a 709 pacientes. En la tabla 1 se muestran las características de los pacientes con pólipos gástricos. La edad media fue de 65 años y la mayoría eran mujeres (62%). Un 24% de los pacientes tenían antecedentes patológicos gastrointestinales relevantes. y, incluyendo pólipos de colon (4,2%) y síndromes hereditarios (4%). Las indicaciones más frecuentes de la EIE fueron dispepsia o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) (30,9%) y anemia o hemorragia digestiva alta (HDA) (37%). El 20,7% de los pacientes estaban asintomáticos. En cuanto a las características de los pólipos, más de la mitad de los pacientes presentaban múltiples pólipos y la localización más frecuente fue en el fondo de ojo (36,7%), ya sea solo o asociado a otras localizaciones. En cuanto al tamaño de los pólipos, la mayoría eran menores de 10 mm (83.3%), con una mediana de 5 mm (rango intercuartílico 3-8 mm) (tabla 2).

Se obtuvieron muestras para anatomía patológica en 607 pacientes (85,6%). El estudio histológico mostró pólipos epiteliales en 512 pacientes (84,3%), siendo los más frecuentes los pólipos hiperplásicos (n = 260; 42,8%), seguidos de los pólipos de glándulas fúndicas (n = 229; 37,7%) (tabla 2). En 8 casos el diagnóstico fue de adenocarcinoma, 7 (24%) en pólipos adenomatosos y uno en pólipo hiperplásico (0,4%). La tabla 3 describe la frecuencia de los diferentes tipos de pólipos en pacientes con antecedentes de enfermedades gastrointestinales. En 34 pacientes (5,6%) con pólipos identificados endoscópicamente, las biopsias describieron mucosa normal. Todas las lesiones con mucosa normal eran pequeñas (menos de 1 cm) y la mayoría de menos de 5 mm (71%).

Se realizó un estudio de H. pylori con la prueba de ureasa en 144 pacientes (20,3%). Fue positivo en 40 (27,8%). H. pylori fue positivo en 18 de los 54 (33,3%) pólipos hiperplásicos y en 8 de los 44 (18,2%) pólipos de glándulas fúndicas. También se tomaron muestras del cuerpo y mucosa antral para la prueba de gastritis crónica en 137 pacientes (19,4%), mostrando gastritis crónica en 94 (68,6%), de los cuales 36 tenían pólipos hiperplásicos y 29 tenían pólipos de glándulas fúndicas.

Los factores asociados de forma independiente con los pólipos hiperplásicos fueron la edad y ser un pólipo único, de tamaño ≥6 mm y tener una ubicación no fúndica. Para los pólipos de la glándula fúndica, las variables asociadas fueron indicación de ERGE y diversas características del propio pólipo, lo contrario de las asociadas a pólipos hiperplásicos (siendo pólipos múltiples,

mm y localizados en el fondo de ojo). Los pólipos adenomatosos se asociaron de forma independiente con ser un solo pólipo (tablas 4-7). Discusión

Este es el primer estudio que evalúa la frecuencia y el tipo histológico de pólipos gástricos en un hospital provincial de Barcelona, e incluye el mayor número de gastroscopias de todas las realizadas en España. En la literatura se observó una gran variabilidad en la prevalencia de pólipos gástricos, con una tasa de detección de pólipos que oscila entre el 0,6% y el 6,35% en Brasil y Estados Unidos, respectivamente1,2. Nuestra tasa de detección (2%) estaría ubicada entre lo reportado en otros dos estudios realizados en España: el 0,3% en un hospital de Orense6 y el 4,2% en un hospital de Madrid5.

Los pólipos epiteliales son los más frecuentes en todos los estudios publicados, lo que significa que los hiperplásicos y los pólipos de las glándulas fúndicas juntos constituyen el 60-90% 1,2,5 seguidos de los adenomas, que son mucho menos frecuentes (0,7-12%), 1,2 siendo estas tasas similares a las observadas en nuestra población (80% y 3,6%, respectivamente). Sin embargo, hay más variabilidad en la proporción de pólipos de glándulas fúndicas e hiperplásicas. En la mayoría de las series con pacientes adultos, los pólipos hiperplásicos son los más comunes (44-70%), 1,15-17 pero en la serie americana de Camarck, 2 pólipos de glándulas fúndicas representaron el 77%, con una prevalencia mucho mayor. que está publicado en la literatura, aunque en tres series españolas (incluida la nuestra) los pólipos hiperplásicos fueron los más frecuentes, no superaron el 50% del total5,6. Se ha sugerido que las diferencias en la prevalencia de estos subtipos de pólipos podrían estar relacionados con factores como H. pylori o la toma de IBP3,4,18-21. Llama la atención que en las otras dos series españolas el porcentaje de pólipos de glándulas fúndicas fue mucho menor que en la nuestra (7,4% en una y no se mencionó en el otro), a pesar de registrar el uso crónico de IBP en el 46,5% de los pacientes5. En nuestro estudio no tenemos esta información, ya que no se pudo obtener con la suficiente confiabilidad por ser un estudio retrospectivo, pero la alta La prevalencia de pólipos de las glándulas fúndicas en nuestra serie podría resultar de una P Uso de IP en nuestra población.

En la mayoría de los pacientes de nuestra serie, los pólipos se detectaron casualmente durante una gastroscopia realizada para estudiar los síntomas gastrointestinales no atribuibles a pólipos (por ejemplo, reflujo) o pacientes asintomáticos examinados por otros motivos (por ejemplo, valoración prequirúrgica prebariátrica), resultados similares a otras publicaciones2,17. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque la mayoría de los pólipos gástricos no provocan síntomas, pueden ser la causa. de hemorragia, dolor abdominal e incluso obstrucción22,23.En la literatura se ha descrito una asociación entre anemia o HDA y pólipos hiperplásicos, mientras que los síntomas de ERGE se asocian a pólipos de glándulas fúndicas23, aunque en nuestro estudio solo se

La literatura reporta que entre un 16 y un 37,5% de los casos, a pesar de la apariencia endoscópica de un pólipo, el estudio histológico muestra una mucosa normal2,6 y este porcentaje aumenta en las lesiones más pequeñas. En nuestro estudio el porcentaje de biopsias con mucosa normal fue significativamente menor (5,6%), siendo la mayoría de lesiones menores de 5 mm. Sin embargo, cabe señalar que no siempre hay concordancia entre apariencia macroscópica y anatomía patológica.11,12 Por lo tanto, la identificación de los rasgos característicos de cada tipo de pólipo puede ser útil a la hora de tomar decisiones clínicas, pero esto no evita la recomendación de obtener biopsias. Esto sería especialmente relevante en los casos de pólipos únicos, ya que están asociados al diagnóstico de adenoma, y este tipo de pólipo es el tipo con mayor riesgo de transformación maligna. En nuestro estudio, 7 de los 8 adenocarcinomas diagnosticados se desarrollaron en un pólipo adenomatoso.

En pacientes con pólipos gástricos, las guías actuales recomiendan evaluar el estado de la infección por H. pylori y obtener biopsias de la mucosa gástrica circundante para descartan la coexistencia de gastritis crónica24,25. En nuestro caso, ambas determinaciones se realizaron en solo el 20% de los pacientes, lo que indica un bajo conocimiento y / o cumplimiento de las recomendaciones. La erradicación de H. pylori es el primer eslabón en el tratamiento de los pólipos hiperplásicos, ya que se ha demostrado una desaparición de hasta el 80% de los pólipos26-28. Asimismo, debido a la asociación de pólipos hiperplásicos con gastritis crónica, cuando aparece una neoplasia rara vez lo hace en el pólipo mismo, sino en la mucosa atrófica. Por tanto, es fundamental investigar su existencia para establecer un seguimiento adecuado. En general, los pólipos gástricos de tipo no adenomatoso tienen un riesgo bajo de transformación maligna, por lo que no es necesaria la resección endoscópica25, aunque algunas guías recomiendan polipectomía de pólipos hiperplásicos mayores de 0,5cm29,30

A pesar de que este es uno de los estudios con mayor número de pacientes, la mayor limitación es el diseño retrospectivo, el hecho de que se realizó en un solo sitio, y que no tuvo en cuenta si se había realizado más de una endoscopia. realizado en cada paciente. Por tanto, nuestra tasa de detección de pólipos está por encima del total de endoscopias realizadas, lo que subestima la frecuencia real de pólipos gástricos en nuestra serie. La participación de diferentes endoscopistas y patólogos podría considerarse una limitación más debido a la variabilidad interobservador, aunque esto no sería más que un reflejo de la realidad de la práctica clínica diaria y aumentaría la validez externa del estudio. Por ejemplo, la decisión de biopsiar los pólipos o no dependía del endoscopista, lo que explicaría por qué no se biopsiaron en algunos casos. Además, debido al extenso período de estudio, es razonable esperar que se hayan producido cambios en la técnica y la calidad de los exámenes. Finalmente, los factores evaluados no incluyeron la toma de IBP y no se realizaron las pruebas de infección por H. pylori en todos los pacientes incluidos.

En conclusión, la glándula fúndica y los pólipos hiperplásicos son los pólipos gástricos más frecuentes en nuestra área y tienen rasgos característicos opuestos que pueden orientar el diagnóstico histológico. No obstante, en el caso de pólipos únicos, se recomiendan biopsias para descartar un diagnóstico de adenoma. Finalmente, un buen conocimiento de las guías de práctica clínica es fundamental para el correcto manejo de estas lesiones.

Conflictos de intereses

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *