TDAH y depresión
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección del neurodesarrollo que afecta a niños y adultos. El TDAH se desarrolla cuando el cerebro y el sistema nervioso central desarrollan deficiencias relacionadas con el crecimiento y el desarrollo. Una persona con TDAH mostrará diversos grados de estos tres comportamientos: falta de atención, impulsividad e hiperactividad. 1
Debido a que los niños y adultos con TDAH tienen dificultades para concentrarse, organizar tareas y sentirse inquietos, pueden experimentar tristeza, culpa, irritabilidad, poca confianza en sí mismos y desamparo. En algunos casos, estos síntomas pueden indicar depresión.
Algunos expertos afirman que hasta el 70% de las personas con TDAH buscarán tratamiento para la depresión al menos una vez. Un estudio de la Universidad de Chicago informó que los adolescentes con TDAH tienen diez veces más probabilidades de sufrir depresión que los adolescentes sin un diagnóstico de TDAH.
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Síntomas de depresión
Los síntomas comunes de depresión pueden incluir: 2
- Estado de ánimo depresivo
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba
- Dificultad para prestar atención y concentrarse
- Fatiga
- Sentimientos de inutilidad o culpa
- Pérdida o aumento de peso
- Sueño excesivo o insomnio
- Deficiencia psicomotora
- Pensamientos suicidas
- Irritabilidad, impulsividad y aumento de la ira en niños y adolescentes.
¿Quién está en riesgo?
Si bien los niños tienen más probabilidades de desarrollar TDAH, las niñas tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión con TDAH.3 Los niños diagnosticados con TDAH a una edad temprana también tienen un mayor riesgo. Si una madre experimenta depresión durante el embarazo, el niño también tiene un mayor riesgo de TDAH y / o depresión.4 Las personas con el subtipo desatento de TDAH también tienen un mayor riesgo de depresión en comparación con aquellas con el subtipo hiperactivo-impulsivo.5
Además de la depresión, también existe el riesgo de pensamientos y acciones suicidas para las personas con TDAH. Las mujeres jóvenes con TDAH tienen un mayor riesgo de pensamientos suicidas y las personas con el subtipo hiperactivo-impulsivo también pueden experimentar un mayor riesgo. Un efecto secundario potencial de ciertos medicamentos que tratan el TDAH son los pensamientos suicidas.6 Es imperativo que hable con su médico si comienza a tener pensamientos suicidas. Si tiene un niño con TDAH que parece deprimido, no tema preguntarle si ha pensado en hacerse daño, suicidarse o morir. Cuanto antes se entere, más rápido podrá encontrar el mejor tratamiento y el más seguro.
Obtener un diagnóstico
Existen algunas distinciones entre el TDAH y la depresión. Por ejemplo, una persona deprimida a menudo carece de interés en la mayoría de las actividades y la motivación, mientras que una persona con TDAH puede tener dificultades para comenzar una tarea u organizarla. Una persona con TDAH puede tener un estado de ánimo bajo provocado por eventos particulares, mientras que una persona con depresión puede experimentar un estado de ánimo bajo durante semanas o meses seguidos, a menudo sin ningún motivo en particular.
El problema de diagnosticar el TDAH y / o depresión, 7 sin embargo, es que hay síntomas superpuestos entre los dos diagnósticos. Estos incluyen sensación de inquietud y dificultad para concentrarse. Para complicar aún más las cosas, muchos de los efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH, como problemas para dormir, pérdida del apetito y fatiga, pueden imitar un episodio depresivo. Por eso es importante hablar con su médico o un psiquiatra que pueda ayudarlo a descifrar la causa exacta de los síntomas. Si un niño con TDAH experimenta tristeza, desesperanza y pensamientos suicidas, esto puede ameritar un diagnóstico adicional de depresión.
Opciones de tratamiento
El TDAH y / o la depresión suelen ser tratados con medicación y terapia de conversación.8 La psicoterapia, la terapia cognitiva y conductual y la psicoeducación pueden introducir habilidades para afrontar los síntomas, ayudar a desarrollar la autoestima y enseñar a una persona a replantear los pensamientos negativos e interrumpir los comportamientos destructivos. Los niños con TDAH y depresión también pueden beneficiarse de la terapia familiar, para que todos los miembros de la familia puedan comprender el diagnóstico, ayudar al niño a controlar los síntomas y comunicarse mejor entre sí. Cuando busque un terapeuta, no tema preguntar si tiene experiencia en el tratamiento del TDAH y la depresión.
Cuando se prescriben medicamentos, un psiquiatra o su médico pueden optar por tratar el trastorno con los síntomas que causar el mayor deterioro.9 Los medicamentos y antidepresivos se pueden recetar juntos o individualmente para tratar los síntomas.Debido a que algunos medicamentos para el TDAH y antidepresivos aumentan el riesgo de pensamientos suicidas, es importante informar todos los efectos secundarios a su médico.
¿Qué puedo hacer hoy?
Si tiene un diagnóstico de TDAH y cree que también podría estar deprimido, o si su hijo tiene TDAH y usted sospecha que tiene depresión, hable con su médico lo antes posible. Es posible que el medicamento que se usa para tratar el TDAH esté causando estos síntomas y pueda cambiarse o ajustarse. También es posible que la depresión no sea causada por medicamentos y necesite tratamiento adicional. Escuche su mente, cuerpo y emociones, y no tenga miedo de tomar notas. Con el apoyo y la atención adecuados, el control de la depresión puede aflojarse y permitirle vivir una vida atractiva y saludable.