Robert Mugabe (Español)


Creciente malestar

Mugabe enfrentó un creciente malestar a fines de la década de 1990. Una economía en crisis y su decisión de enviar tropas para ayudar al presidente Laurent Kabila de la República Democrática del Congo en su lucha contra los rebeldes dieron lugar a huelgas, y en noviembre de 1998 se produjeron disturbios tras el anuncio de Mugabe de que él y los miembros de su gabinete recibirían aumentos salariales. . Las facciones dentro de ZANU-PF continuaron presionando por un verdadero sistema multipartidista. La primera oposición real al gobierno de Mugabe provino del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), formado en septiembre de 1999 y dirigido por el sindicalista Morgan Tsvangirai. En las elecciones parlamentarias de 2000, el MDC ganó aproximadamente la mitad de los escaños en disputa, pero el ZANU-PF ganó o controló la mayoría de los escaños restantes y, por lo tanto, mantuvo un control firme de Zimbabwe. Mientras tanto, los veteranos de guerra, que exigían reformas agrarias inmediatas, amenazaron con ocupar algunas de las granjas propiedad de blancos del país. Mugabe mostró simpatía por su causa, sin hacer nada para disuadirlos. En los meses previos a las elecciones parlamentarias de 2000, los veteranos actuaron de acuerdo con sus amenazas, lo que provocó un aumento de las tensiones en el país.

Aunque Mugabe fue reelegido en 2002, las elecciones se vieron teñidas de violencia y criticadas por los observadores. . Una ley aprobada más tarde ese año permitió a Mugabe seguir un programa agresivo de confiscación de granjas propiedad de blancos; más de la mitad de los agricultores blancos del país se vieron obligados a ceder sus propiedades. Desafortunadamente, la propiedad a menudo fue reclamada por individuos con conexiones políticas con poca o ninguna experiencia agrícola. La falta de previsión del gobierno para expulsar a los agricultores blancos y no reemplazarlos con trabajadores agrícolas experimentados contribuyó a una disminución significativa de la productividad agrícola; esto, además de una sequía, provocó una grave escasez de alimentos en Zimbabwe.

A medida que la popularidad de Mugabe siguió disminuyendo, su régimen se volvió cada vez más brutal y represivo. Se redujo la libertad de los medios de comunicación, se hostigó y golpeó a la oposición y se implementó un controvertido programa que provocó la demolición de estructuras de viviendas ilegales, dejando sin hogar a cientos de miles de zimbabuenses. La economía siguió cayendo y, en 2007, el país tenía la tasa de inflación más alta del mundo, así como una de las tasas de desempleo más altas. La mayoría de los zimbabuenses no tenían un acceso adecuado a los productos básicos, como alimentos o combustible, y la administración de Mugabe siguió siendo objeto de muchas críticas internacionales. A pesar de esto, Mugabe siguió siendo popular dentro del ZANU-PF, y en diciembre de 2007 el partido respaldó a Mugabe como su candidato presidencial en las elecciones de 2008.

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