¿Qué es un coma inducido por fármacos?
Cuando uno escucha la palabra coma, suele ir acompañada de una connotación negativa. Esta reacción es comprensible, ya que el coma es una respuesta natural del cuerpo a un trauma de algún tipo. Sin embargo, el coma también se puede utilizar como herramienta médica. Este tipo de coma se conoce como coma inducido por fármacos o coma inducido médicamente, y se ha encontrado que es eficaz en el tratamiento de algunos pacientes.
Los anestésicos se utilizan para inducir un coma, como una persona se pone en un estado controlado de inconsciencia. Según Scientific American, poner a alguien en un coma inducido por fármacos no es tan diferente del proceso anestesiológico al que se someten más de 60.000 personas cada año antes de las cirugías. Es la desaceleración de la función cerebral lo que es necesario para prevenir el daño que puede causar la falta de flujo sanguíneo. La anestesia esencialmente induce el coma. Este estado puede ser controlado y monitoreado por profesionales médicos hasta que lo consideren seguro para sacar al paciente del coma.
Según Según la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos, los usos más comunes de los comas inducidos por drogas implican la presencia de lesiones cerebrales graves, pero otras causas incluyen sobredosis de drogas y accidentes cerebrovasculares. Estos incidentes a menudo pueden hacer que el cerebro de una persona se inflame, lo que puede ser extremadamente peligroso para el órgano en sí. El flujo de sangre al cerebro se puede restringir y, en algunos casos, el tejido cerebral en sí puede resultar dañado.
Un coma inducido por drogas pone a la persona en un estado profundo de inconsciencia, lo que permite que el cerebro descanse y así disminuye su hinchazón. La disminución de la hinchazón puede resultar en que se ejerza menos presión sobre el cerebro, lo que disminuye el riesgo de efectos dañinos.
Los medicamentos más comunes que se usan para inducir el coma son propofol, pentobarbital y tiopental. Estos medicamentos tienen un efecto continuo en el paciente, manteniéndolo en un estado sostenido de inconsciencia que es necesario para que comience la curación.
Riesgos y efectos secundarios
Existen algunos riesgos asociados con los comas inducidos médicamente. Según National Public Radio, el procedimiento reduce la presión arterial, lo que puede provocar complicaciones en algunas personas. También puede haber problemas con el corazón de una persona que surgen durante el coma. La infección en el pecho es otro problema que puede ocurrir, ya que se suprime el reflejo de la tos.
Esta es la razón por la que la monitorización constante es fundamental. El seguimiento puede incluir la medición de las ondas cerebrales e incluso la medición directa de la presión sobre el cerebro. Las pruebas neurológicas, como el uso de la Escala de Glasgow, también pueden emplearse para evaluar el funcionamiento del cerebro y la respuesta a los estímulos. Un efecto secundario de un coma inducido por fármacos puede ser la aparición de pesadillas vívidas. Esto podría ser el resultado de alguna estimulación exterior, ya que algunos pacientes pueden sentir algunas cosas del mundo exterior mientras están en estado de coma. Es posible que el cerebro intente darle sentido a la estimulación, lo que podría explicar los informes de pesadillas e incluso alucinaciones en pacientes en coma inducido médicamente.
Si bien el concepto de poner intencionalmente a alguien en coma puede ser perturbador, un coma inducido por fármacos puede ser una herramienta médica vital para ayudar al proceso de curación. A medida que la tecnología de monitoreo mejora continuamente, el procedimiento se vuelve menos riesgoso; en la mayoría de los casos, los beneficios superan con creces los riesgos involucrados.