Nutrición para perros con enfermedad hepática
Llevé a mi perro al veterinario porque su comportamiento había cambiado; parecía «aburrida». Le diagnosticaron una enfermedad hepática. ¿Qué significa esto?
El hígado es el segundo órgano más grande del cuerpo y proporciona alrededor de 1500 funciones biomecánicas críticas. El hígado metaboliza los medicamentos, elimina las toxinas del cuerpo y crea sustancias esenciales para la vida como la proteína albúmina y los factores de coagulación de la sangre. El hígado participa activamente en la nutrición como intermediario de la digestión de proteínas, carbohidratos y grasas. La enfermedad hepática es una de las Los grupos de afecciones más difíciles de tratar y controlar. Las diversas afecciones que pueden provocar enfermedades y daños hepáticos incluyen:
- Derivación portosistémica hereditaria (una anomalía de la circulación a través del hígado)
- Cáncer
- Hepatitis crónica
- Daño secundario por enfermedad, medicamentos o toxinas
Porque el hígado puede regenerarse y tiene una gran reserva funcional , el daño al hígado debe ser bastante severo y avanzado antes de que se observe cualquier signo clínico. Esto significa que un perro con enfermedad hepática puede haber sufrido desequilibrios metabólicos importantes y duraderos antes de que se haga un diagnóstico y se cree un plan de tratamiento.
La obstrucción del flujo de bilis a través del hígado puede provocar ictericia que causa un color amarillo / naranja. tinte en la piel, las membranas mucosas y el blanco de los ojos. La enfermedad hepática avanzada puede hacer que las toxinas gastrointestinales eludan la filtración del hígado, lo que da como resultado esa capacidad mental debilitada. La enfermedad hepática avanzada también puede causar desnutrición a través de la disminución del apetito y la digestión, absorción y metabolismo anormales de nutrientes.
Las recomendaciones de tratamiento médico general para perros con enfermedad hepática incluyen atacar la causa subyacente siempre que sea posible y tratar los síntomas. Es posible que se necesiten líquidos intravenosos en el hospital a corto plazo para preparar el escenario para terapias a más largo plazo. Los medicamentos que se usan para tratar la enfermedad hepática a menudo se necesitan a largo plazo, posiblemente de por vida.
¿Qué papel puede desempeñar la nutrición en su tratamiento?
El manejo nutricional puede ser una estrategia eficaz cuando se usa en combinación con el tratamiento médico apropiado (o cirugía si es necesario). Los objetivos del tratamiento nutricional de la enfermedad hepática se centran en controlar los signos clínicos en lugar de apuntar a la causa subyacente. El perfil de nutrientes debe: mantener la función metabólica normal; proporcionar una densidad calórica adecuada y altamente digestible; evitar cambios en la función mental de las toxinas en la sangre; apoyar la reparación / regeneración del hígado; disminuir más daño al hígado; y mantener niveles adecuados de sodio, cloruro, potasio y otros minerales biológicamente activos.
Su veterinario le ayudará a elegir el perfil de nutrientes más apropiado para su perro en función de las complejidades de su enfermedad hepática. Notará que el contenido total de proteínas será menor que el de la comida para perros normal, pero la digestibilidad y la calidad serán mayores. Esto proporciona al cuerpo la proteína adecuada para apoyar la curación del hígado, pero evita niveles excesivos de desperdicio de proteínas que pueden afectar el procesamiento mental. Debido a que es tan importante que estos perros coman para sanar, será importante prevenir las náuseas para evitar que el perro desarrolle una aversión a la misma comida que necesita comer.
Esto parece bastante complicado. ¿Mi perro siempre tendrá que comer un alimento especial y tomar medicamentos?
El manejo de la enfermedad hepática en los perros es un proceso complejo, y las reevaluaciones periódicas garantizarán que la curación de su perro avance en la dirección correcta. Controlará el apetito, el nivel de actividad, el peso y la condición corporal. Además, su veterinario necesitará actualizaciones periódicas de los análisis de sangre relacionados con el hígado para evaluar la efectividad del plan de tratamiento y el curso de la curación. Muchos perros con enfermedad hepática pueden suspender los medicamentos y comer alimentos de mantenimiento regulares en su etapa de vida una vez que se resuelve su problema hepático. Dicho esto, todo depende del diagnóstico específico. Los perros con enfermedad hepática crónica generalmente deben seguir una dieta terapéutica y tomar algún medicamento de apoyo hepático a largo plazo. Su veterinario trabajará con usted para ayudarlo a tomar las mejores decisiones en nombre de su perro con enfermedad hepática.