Memoria a largo plazo
Una memoria a largo plazo es cualquier cosa que recuerdes que sucedió más de unos pocos hace minutos. Los recuerdos a largo plazo pueden durar solo unos días o muchos años.
No todos los recuerdos a largo plazo tienen la misma fuerza. Los recuerdos más fuertes le permiten recordar un evento, procedimiento o hecho a pedido, por ejemplo, que París es la capital de Francia. Los recuerdos más débiles a menudo vienen a la mente solo a través de indicaciones o recordatorios.
La memoria a largo plazo tampoco es estática. No imprimes un recuerdo y lo dejas intacto. En cambio, a menudo revisa el recuerdo con el tiempo, tal vez fusionándolo con otro recuerdo o incorporando lo que otros le dicen sobre el recuerdo. Como resultado, sus recuerdos no son estrictamente constantes y no siempre son confiables.
Hay muchas formas diferentes de recuerdos a largo plazo. Estos recuerdos no se forman ni se retienen en una sola parte del cerebro; en cambio, el proceso de creación y almacenamiento de recuerdos a largo plazo se extiende por múltiples regiones. Las dos subdivisiones principales son la memoria explícita y la memoria implícita. Los recuerdos explícitos son aquellos que recuerdas conscientemente, como un evento en tu vida o un hecho particular. Los recuerdos implícitos son aquellos en los que se hace sin pensar, como andar en bicicleta; una vez aprendió cómo y recordó cómo, pero ahora lo hace sin pensamiento consciente. Aunque es útil comprender estas diferencias en el tipo de memoria que tenemos a largo plazo, las divisiones son fluidas: las diferentes formas de memoria a menudo se mezclan y se mezclan. Para obtener más información sobre los diferentes tipos de memoria a largo plazo, consulte nuestras páginas de memoria explícita (declarativa) y memoria implícita (no declarativa).
Lo bien que recuerde algo depende, en parte, de qué tan rápido y claramente sus sentidos asimilan la experiencia a medida que ocurre. Si su cerebro registra lo que ve, oye, siente, saborea y huele con perfecta precisión, podrá recordarlos mejor más adelante. En muchas personas con mala memoria, el problema fundamental radica en la capacidad del cerebro para registrar información sensorial con claridad, no en su capacidad para «recordar».
Por eso, cuando se trata de mejorar la memoria, es esencial acelerar y agudizar la capacidad del cerebro para procesar lo que recibe a través de sus sentidos. La visión y la audición son más importantes, ya que en muchos recuerdos lo que ve y oye constituye la mayor parte de la memoria. Varios de los ejercicios en BrainHQ están diseñados explícitamente para mejorar la y procesamiento visual para que su cerebro pueda asimilar lo que ve y oye con la velocidad y precisión que necesita para formar una memoria fuerte. Si desea mejorar su memoria mejorando el procesamiento de su cerebro, pruebe BrainHQ.