¿Las plantas sienten dolor?
Dado que las plantas no tienen receptores del dolor, nervios o cerebro, no sienten dolor como lo entendemos los miembros del reino animal. Arrancar una zanahoria o cortar un seto no es una forma de tortura botánica, y puedes morder esa manzana sin preocuparte. Sin embargo, parece que muchas plantas pueden percibir y comunicar los estímulos físicos y el daño de formas más sofisticadas de lo que se pensaba anteriormente.
Algunas plantas tienen habilidades sensoriales obvias, como la Venus atrapamoscas y sus increíbles trampas que pueden cerrarse en aproximadamente medio segundo. De manera similar, la planta sensible colapsa rápidamente sus hojas en respuesta al tacto, una adaptación que podría servir para asustar a los herbívoros potenciales. Si bien estas plantas muestran visiblemente una clara capacidad sensorial, investigaciones recientes han demostrado que otras plantas son capaces de percibir y responder a estímulos mecánicos a nivel celular. Arabidopsis (una planta de mostaza comúnmente utilizada en estudios científicos) envía señales eléctricas de hoja a hoja cuando las orugas o pulgones la comen, señales para aumentar sus defensas químicas contra la herbivoría. Si bien esta notable respuesta se inicia por un daño físico, la señal de advertencia eléctrica no es equivalente a una señal de dolor, y no debemos antropomorfizar una planta herida como una planta que sufre. Las plantas tienen habilidades excepcionales para responder a la luz solar, la gravedad, el viento e incluso las picaduras de insectos diminutos, pero (afortunadamente) sus éxitos y fracasos evolutivos no han sido moldeados por el sufrimiento, solo la vida y la muerte.