Contaminante primario

Los contaminantes primarios causan contaminación por su liberación directa al medio ambiente. Es posible que la sustancia liberada ya esté presente en algunas cantidades, pero se considera un contaminante primario si la liberación adicional lleva la cantidad total de la sustancia a niveles de contaminación. Por ejemplo, el dióxido de carbono ya está presente de forma natural en la atmósfera, pero se vuelve tóxico cuando las emisiones adicionales hacen que suba por encima de sus concentraciones naturales. El aumento de los niveles de dióxido de carbono es un factor que contribuye al efecto invernadero.

La liberación directa a la atmósfera de una sustancia química que normalmente no está presente en el aire también se clasifica como contaminante primario. El fluoruro de hidrógeno, por ejemplo, se libera de algunos hornos de carbón, pero el compuesto no suele estar presente en el aire no contaminado.

Un contaminante primario puede ser generado por muchas fuentes: polvo de pesticida rociado intensamente en áreas agrícolas , las emisiones de los escapes de automóviles e industriales, o el polvo generado por las operaciones mineras, por nombrar algunos. Algunos contaminantes primarios se componen de material particulado que no se dispersa fácilmente. El humo, el hollín, el polvo y las gotas de líquido liberadas al aire por la quema de combustible u otros procesos industriales o agrícolas se consideran contaminantes primarios.

Los contaminantes primarios también se originan a partir de fuentes naturales. Las cenizas volcánicas, así como la arena y el polvo de explosiones volcánicas pertenecen a esta categoría. El polvo de sal arrastrado tierra adentro por los fuertes vientos oceánicos o la contaminación gaseosa que se origina en pantanos, marismas y otras materias en descomposición también se pueden clasificar como contaminantes primarios.

Cuando dos o más contaminantes primarios reaccionan en la atmósfera y causan más contaminación atmosférica, el resultado se denomina contaminación secundaria. Los óxidos de nitrógeno, por ejemplo, pueden reaccionar con compuestos orgánicos volátiles y convertirse en smog, un contaminante secundario.

Consulte también Contaminación del aire; Índice de contaminación del aire; Criterios de calidad del aire; Norma nacional de calidad del aire ambiental

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