¿Cómo sé si tengo cáncer de testículos?

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  • ¿Qué sucede si me diagnostican cáncer de testículos?

El cáncer de testículos con frecuencia presenta síntomas. Si tienes síntomas, e incluso si no los tienes, un médico o enfermero puede examinarte los testículos para ayudar a la detección temprana.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de testículos?

En la mayoría de los casos de cáncer de testículos, se observan síntomas en algún momento. El síntoma más común del cáncer de testículos es la aparición de un nódulo, bulto o inflamación en un testículo. Los bultos o nódulos pueden ser tan pequeños como una arveja. La inflamación puede sentirse como un engrosamiento irregular del testículo. Por lo general, los síntomas no causan dolor, pero puede experimentarse cierta molestia.

Otros síntomas pueden incluir:

  • Algún cambio en el tamaño, aspecto o textura habituales de uno o ambos testículos
  • Dolor o molestia en la espalda, en la ingle, en la parte inferior del abdomen o en el escroto
  • Sensación de pesadez en el escroto o hinchazón en la parte inferior del abdomen
  • Bultos o sensibilidad en las mamas

Existen otras afecciones y problemas de salud, como una lesión en un testículo, una infección o inflamación, que no son cáncer, pero pueden causar los mismos síntomas. Habla con un médico o enfermero para saber qué es lo normal en tu caso.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de testículos?

La mayoría de los casos de cáncer de testículos pueden detectarse en una etapa temprana. Por lo general, el cáncer se descubre debido a la aparición de algún síntoma, como un nódulo que puede sentirse en el testículo. El primer paso para diagnosticar el cáncer de testículos es hacerte examinar por un médico o enfermero a fin de encontrar cualquier nódulo o inflamación anormal. Si el médico o enfermero descubre algún signo posible de cáncer, te recomendará más pruebas.

Un ultrasonido testicular es una prueba indolora que utilizan los médicos para diagnosticar el cáncer de testículos. También pueden emplearse análisis de sangre, cirugía y otras pruebas de diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada (CT) o una resonancia magnética (MRI), para diagnosticar el cáncer de testículos o determinar si el cáncer se extendió.

No dejes que el miedo te impida hacerte los chequeos de salud necesarios. Solamente un médico o enfermero puede diagnosticar o descartar el cáncer. Y cuanto antes se diagnostique y trate el cáncer, menores son las probabilidades de que se extienda a otras partes del cuerpo.

¿Cómo realizar un auto-examen testicular?

En la mayoría de los casos, el cáncer de testículos en etapa temprana provoca la aparición de un nódulo en uno de los testículos que puede detectarse antes de que la enfermedad pueda agravarse. A veces, el testículo afectado está inflamado o es más grande de lo habitual, pero no hay ningún nódulo. La mayoría de los médicos incluyen el examen testicular como parte de un chequeo de salud o examen físico general.

Las personas que presentan factores de riesgo, como un testículo no descendido, antecedentes personales de cáncer de testículos o un familiar que haya tenido la enfermedad, podrían beneficiarse con autoexámenes mensuales para detectar el cáncer de testículos. Si tienes factores de riesgo del cáncer de testículos, habla con tu médico al respecto.

Si te interesa hacerte autoexámenes mensuales, sigue los pasos a continuación:

El mejor momento para autoexaminarte es durante o después de un baño de inmersión o una ducha, cuando la piel del escroto está relajada.

  • Mueve el pene a un lado para poder mirarte los testículos en un espejo. Examínalos para detectar la presencia de bultos o inflamación. Asegúrate de que cada uno de los testículos tenga aproximadamente el mismo tamaño que el otro. Es normal que uno sea apenas más grande que el otro o que cuelgue un poco más abajo.

  • Sostén un testículo con los dedos índice y medio por debajo y con el pulgar por encima. Normalmente, cada testículo tiene forma ovalada, es suave y firme.
    • Mueve el testículo suavemente entre el pulgar y los dedos para detectar la presencia de nódulos. Observa si hay algún cambio en el tamaño o la forma, o si los sientes diferentes al tacto.
    • Revisa el epidídimo, un conducto blando y muy enrollado donde maduran los espermatozoides, situado en la parte superior y posterior de cada testículo. Puede que lo sientas más desigual al tacto, o con más bultos, que el testículo.
    • También palpa el tubo denominado «conducto deferente” que sale del epidídimo y se asemeja a un espagueti. Debería tener la textura de un cordón suave.

Conocer la textura de todas estas partes ayuda a evitar que las confundas con nódulos cancerosos.

  • Repite el examen en el otro testículo.

Los testículos normales tienen vasos sanguíneos, tejido y conductos que transportan espermatozoides. Todas estas partes pueden sentirse desiguales o abultadas al tacto, y tal vez te confundas acerca de lo que es normal. Pero a medida que te familiarices con la textura de los testículos, estarás en mejores condiciones de saber cuando algo no se siente del todo bien. Habla con tu médico si tienes inquietudes.

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